1Pero esto enojó4:1 En el sentido de que Jonás pensó que esta era una mala decisión de parte de Dios. a Jonás, y se llenó de rabia. 2Y oró al Señor y le dijo: “Señor, ¿no era esto lo que yo te decía cuando estaba en mi casa?4:2 Literalmente, “En mi tierra”. ¡Por eso huí a Tarsis desde el principio! Porque yo sabia que eres un Dios misericordioso y compasivo, muy paciente4:2 O, “lento para enojarte”. y lleno de amor, que se arrepiente de enviar el desastre. 3¡Así que mejor mátame ahora, Señor, porque preferiría eso que vivir!”
4Y el Señor respondió: “¿Tienes una buena razón para estar enojado?”4:4 O, “¿Te hace bien estar enojado?” o “¿Qué derecho tienes para estar tan enojado?”
5Entonces Jonás se fue de la ciudad y se sentó en un lugar en el Este. Allí se construyó un refugio donde podía sentarse bajo la sombra para ver desde allí lo que le sucedería a la ciudad. 6El Señor Dios hizo que creciera una planta para que le brindara sombra a Jonás sobre su cabeza, y así aliviar su molestia. Jonás estaba muy contento con la planta. 7Al día siguiente, al amanecer, Dios mandó un gusano para que se comiera la planta, y esta se marchitó. 8Entonces, cuando el sol salió en lo alto, Dios mandó un viento del este, y el sol quemó la cabeza de Jonás, por lo que Jonás desmayaba y deseaba morir. “¡Prefiero morir que estar vivo!” dijo.
9Pero el Señor le preguntó: “¿tienes una Buena razón para estar enojado por la planta?”
“¡Por supuesto que sí!” respondió Jonás. “¡Estoy enojado hasta la muerte!”
10Entonces el Señor le dijo a Jonás: “Te preocupa una planta por la cual no hiciste nada, y no la hiciste crecer. Salió de un día para otro y murió de un día para otro. 11¿No debería yo estar preocupado por la gran ciudad de Nínive, donde habitan ciento veinte mil personas que no saben dónde está su derecha y dónde está su izquierda,4:11 En otras palabras, son espiritualmente ignorantes. sin mencionar a los animales?”