Al director del coro, con instrumentos de cuerda. Salmo de David
1Oh Yavé, no me reprendas en tu furor.
Ni me disciplines en tu ardiente ira.
2Ten compasión de mí, oh Yavé, porque desfallezco.
Sáname, oh Yavé, porque mis huesos están conturbados,
3Y también mi alma en gran manera.
Y Tú, oh Yavé… ¿hasta cuándo?
4Vuélvete, Yavé, rescata mi alma.
Sálvame por tu misericordia.
5Porque en la muerte no habrá memoria de Ti.
En el Seol,6.5Seol: lugar de los muertos. En el Nuevo Pacto se tradujo Hades, el mundo invisible, el lugar de los muertos, que no debe confundirse con el Lago de Fuego, que es el lugar de condenación eterna. ¿quién te dará gracias?
6Estoy agotado de tanto gemir.
Todas las noches inundo de lágrimas mi almohada.
Con mis lágrimas empapo mi cama.
7Mis ojos están nublados de tanto sufrir.
Han envejecido a causa de todos mis adversarios.
8Apártense de mí todos los que hacen iniquidad,
Porque Yavé oyó la voz de mi llanto.
9Yavé escuchó mi súplica.
Yavé recibió mi oración:
10Sean todos mis enemigos avergonzados y muy conturbados,
Que sean vueltos atrás,
Que sean de repente avergonzados.